Los piojos de la cabeza son uno de esos problemas que aparecen todos los años, ya sea verano o invierno, y es que cuando hay un grupo de niños reunidos parece inevitable que alguno se infecte, y vaya mala pata si es el tuyo (porque hay peques que parecen que los atraen). Lo peor, sin embargo, no es eso, sino que cuando crees que ya los has vencido vuelven a aparecer, y da la impresión de que nunca nos los vamos a poder quitar de la cabeza. Hoy os quiero explicar los pasos a seguir para que te asegures de que los has eliminado completamente.

Piojos y liendres

Algo que tenemos que tener claro sobre este tipo de piojos es que aún no han aprendido a volar o saltar, lo único que hacen es andar muy rápido, eso sí, también saben nadar, por lo que no se ahogan. También se sabe que para sobrevivir tienen que encontrar una cabeza humana: no se pueden alimentar de ninguna otra parte del cuerpo, ni de otro animal, y solo resisten fuera de ella entre 7 y 10 días.

Lo ideal es poder prevenir su contagio, aunque es algo complicado en esta época cuando los niños juegan en la piscina o están de campamento, por ejemplo, ya que inevitablemente esto significa intercambio de gorros, peines, toallas… Por eso cuando nuestros hijos vuelven del campamento, lo primero que hay que hacer, después de darles todos los besos y achuchones del mundo, es revisarles la cabeza si no queremos encontrarnos con una auténtica plaga una semana más tarde, que incluso ha podido transmitirse al resto de la familia. Vaya, una fatalidad.

¿Cómo eliminar los piojos de la cabeza?

En realidad, los piojos no son tan difíciles de eliminar. La mayoría de las veces el problema reside en que no utilizamos los productos adecuados, o no los utilizamos bien. Hoy en día en las farmacias hay productos mucho menos dañinos, tanto para el medio ambiente como para los niños, de los que se utilizaban antiguamente. Personalmente, me gustan mucho los aceites con dimeticonas o ciclometiconas que no irritan la cabeza y permiten estar mucho más tiempo en contacto con el piojo y la liendre, o las piretrinas, que son unos insecticidas de origen natural muy eficaces.

Es muy importante aplicar el producto con el cabello seco y abundantemente, sobretodo en las zonas de la nuca y detrás de las orejas porque al ser lugares muy calentitos es allí donde prefieren esconderse los piojos. Si además se cubre con un gorro de plástico, el tratamiento será más efectivo. El tiempo de aplicación dependerá del producto utilizado, pero hay que tener en cuenta que a veces los tiempos que recomiendan en el envase no son suficientes y hay que aumentarlos considerablemente. No te preocupes, te podemos orientar al respecto cuando lo retires en la farmacia.

Una vez hecho esto, hay que lavar muy bien la cabeza y pasar la lendrera para deshacerse de los piojos muertos y las liendres. Frecuentemente, sobre todo en las niñas de pelo largo, esto es bastante complicado, pero podemos facilitar bastante la tarea si aplicamos después del lavado una mascarilla capilar, evitando así los dolorosos tirones. También existen en las farmacias mascarillas con productos pediculicidas, por si queremos quedarnos más tranquilas, fáciles de retirar con agua.

No podemos olvidarnos también de lavar toda la ropa infestada, o con posibilidad de estarlo, con agua caliente, porque por encima de 55 grados no sobreviven. Esto incluye ropa de cama, almohadas, incluso peluches. Si no podemos hacerlo lo mejor es dejarla aparte dos semanas, metida en bolsas de plástico cerradas.

Para garantizar que no haya reinfestación, es decir, que no se nos haya quedado un piojo o una liendre viva y tengamos que volver a empezar, recomendamos pasar la lendrera cada día durante una semana y repetir la aplicación del producto a los 7 ó 10 días.

Por supuesto, si tu hijo o hija padece pediculosis conviene comentarlo a los demás padres pues de algún sitio los ha tenido que coger y si no los eliminamos de todas las cabezas se van a estar contagiando los unos a los otros eternamente, por muy bueno que sea el tratamiento aplicado. No te preocupes por el qué dirán. Siempre se había pensado que los piojos eran un problema de falta de higiene, pero no es cierto, más bien todo lo contrario, y desde luego es bastante frecuente.

Mi mejor consejo es que compres productos aprobados por sanidad, que no dañen el cabello ni el cuero cabelludo. Incluso hay repelentes en nuestra farmacia que, aplicándolos regularmente, han demostrado su eficacia. Espero que estos comentarios e ideas te sirvan para que no te tomen el pelo.