Hoy quiero hablar de los picores de la piel, tan temidos para quien los sufre y tan frecuentes después del verano, sobre todo ahora que empieza el frío.

Todos conocemos qué es el prurito o picor. Se puede definir como una sensación que se produce en la piel y que conlleva unas ganas irresistibles de rascarse en la zona afectada. El origen del picor puede ser cutáneo, sistémico o como reacción a algún medicamento. El origen cutáneo puede ser debido desde «simple» sequedad en la piel (xerosis) a eczemas o problemas de origen parasitario. El de origen sistémico puede ser consecuencia de trastornos metabólicos, insuficiencia renal, colestasis o incluso neoplasias.

Como son tantas las causas que pueden producir picor, lo ideal es observarnos para poder llegar al origen del problema y, así, prevenirlo. Tendremos que tener en cuenta cuándo empezaron los picores, qué zona del cuerpo es la afectada, si son constantes o solo en determinados momentos (relacionados con el frío, exposición al sol, agua, toma de algún medicamento, contacto con animales…), hasta el punto que nos impiden conciliar el sueño o llevar una actividad diaria normal. Incluso estudiaremos si hemos bajado de peso sin causa aparente o nos encontramos cansados en exceso.

En el artículo solo hablaremos de los picores sobre los que podemos actuar desde la farmacia, es decir, el picor de origen cutáneo principalmente debido a la xerosis que, por otro lado, es el más frecuente (de la dermatitis atópica hablaremos otro día). Primero tenemos que saber si tenemos la piel seca o si está deshidratada puntualmente, los trataremos igual pero en los casos de piel seca, al ser una característica intrínseca de nuestra piel, tendremos que ser más perseverantes.

¿Cómo sabemos si tenemos la piel seca?

Cuando tenemos la piel seca lo primero que notamos es la piel tirante; se ve más brillante. Si la deshidratación es más severa notaremos la piel más tirante aún, áspera y escamosa, y en algunas zonas del cuerpo puede llegar a resquebrajarse, produciéndose grietas incluso sangrado. Lo vemos con frecuencia en los nudillos de las manos o talones.

Como es lógico, todo lo que hagamos para hidratar la piel ayudará a quitar el prurito. Esta hidratación tiene que ser desde dentro, aportando suficiente agua, y desde fuera. Para esto último tenemos cantidad de productos en la farmacia que se adaptan a todos los gustos: desde lociones enriquecidas mas untuosas, como la Loción Enriquecida de Sebamed, hasta leches fluidas más fáciles de extender como, por ejemplo, la loción Bepanthol de Bayer, muy reparadora gracias al dexpantenol de su fórmula. Las hay con efecto calmante sobre la piel, como el Bálsamo Xeracalm de Avene, que tiene una composición muy novedosa capaz de calmar el picor más resistente, y también hay cremas muy cosméticas como Ideal Body de Vichy que además de aportar agua y nutrir, deja un olor muy agradable.

Hidrata tu piel por dentro y por fuera: bebe mucha agua y aplícate productos específicos.

A la vez que hidratamos, nutrimos y calmamos es importante no utilizar jabones que destruyan la barrera hidrolipídica de la epidermis. En nuestra Farmacia El Puente hay muchos tipos de geles syndet (sin jabón), como por ejemplo el nuevo gel de ducha suave de Avene con propiedades calmantes o la emulsión sin jabón de Sebamed, que puede estar enriquecida con aceite de oliva dándole un extra de nutrición a la piel.

Adicionalmente, la nutricosmética está demostrando ser muy efectiva. El aceite de onagra es perfecto para dar elasticidad a todos los tejidos. El de Arkocapsulas es el que más me gusta.

Termino este artículo sobre el prurito con unos consejos que te vendrán bien si lo sufres:

  • Procura que los baños o duchas sean de corta duración, con agua templada y usando geles syndet.
  • Mantén tu piel muy hidratada.
  • Utiliza ropa que te permita transpirar, como puede ser el algodón, y que no sea demasiado ajustada para evitar fricciones.
  • Evita el frío.
  • Pero sobre todo: no te rasques. El rascado alivia momentáneamente, pero a continuación agranda la zona afectada. Además puedes hacerte heridas.